Las dos pequeñas islas que componen el archipiélago de la República de Imia Kardak estuvieron habitados desde el primer momento por pescadores turcos, los cuales fundaron los primeros asentamientos.
En 1911, Italia vence a los turcos en la Guerra Italo-Turca y la Sublime Puerta se ve obligada a hacer varias concesiones territoriales a Roma. La más conocida fue la actual Libia, pero también algunas islas del Egeo, entre la que se encuentra Kardak. La colonización italiana supuso la edad de oro de las islas: se levantaron edificios modernistas de estilo italiano buscando mostrar el poder de la metrópoli y se hicieron algunas modestas inversiones para mejorar la industria pesquera y poco más. Las huellas de la colonización italiana no solo se pueden apreciar en los edificios, sino también en los principales potentados de la isla, todos ellos de origen italiano.
Con la Segunda Guerra Mundial y la pérdida de todas las colonias italianas, la isla fue separada entre las actuales Turquía y Grecia, siendo la micronación brutalmente dividida y relegada por ambas administraciones.
Hasta que estalló el incidente de las islas cuando un caza griego derribó a uno turco en las inmediaciones de ambas aguas. Hubo tensión entre Ankara y Atenas, especialmente cuando unos periodistas griegos alzaron una bandera griega en las islas y unos activistas turcos la sustituyeron por otra. Afortunadamente, no estalló una guerra gracias al buen hacer de la comunidad internacional.
La isla languideció en el olvido hasta 2015.
Los habitantes de la parte turca se encontraban disgustados por el ambiente cada vez más represivo de Erdogan. Los habitantes de la parte griega estaban hastiados de como los sucesivos gobiernos no hacían sino subirles los impuestos. Y los italianos de ambas islas veían a los dos gobiernos como dos obstáculos al desarrollo de la isla.
Reunidos entonces las tres comunidades en Vigata, se votó solemnemente por la independencia de la isla y su integración bajo el paraguas de la República de Perejil-Leyla, única potencia capaz de doblegar los intentos de Ankara y Atenas de acabar con nuestra recién ganada independencia.
Esta es nuestra historia y por eso hemos decidido seguir este camino.
No nos abandoneís
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